La mínima representación de la comunidad LGBT+ en el deporte a nivel mundial ha hecho que poco a poco deportistas diversos decidan alzar la voz y ser ellxs mismxs las figuras que la comunidad necesita para inspirar el cambio.
Haylie McCleney decidió hacer pública su orientación sexual por medio del sitio web TeamUSA.org, en donde la estrella del equipo de softbol olímpico de Estados Unidos, se declaró abiertamente lesbiana y también presentó a su próxima esposa.
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Haylie contó su historia con Kylee Hanson, a quien conoció a desde los 17 años y empezaron una amistad inseparable, la cual evolucionó a una relación de amor y cariño, de la cual fueron testigos sus compañeras de equipo, quienes siempre las aceptaron.
«Ambas nos dimos cuenta de que nuestros sentimientos habían dado el siguiente paso (…) Y sí, fue una locura porque era tan obvio para cualquiera, todos nos decían: ‘Ok, ustedes siempre han sido más que amigas y es sorprendente que no lo sepan’, comentó.
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La pareja mantuvo una relación a distancia durante dos años mientras McCleney jugaba en la Universidad de Alabama, y Hanson en la Universidad de Florida, en donde ganó el Campeonato Nacional 2018. Mientras el tiempo pasaba más inquietante era la pregunta: ¿Cuándo saldrían de clóset con sus familias?
Haylie temía hablar de su orientación con su familia, pues siempre recibió un educación religiosa y conservadora, sin embargo pronto descubrió que es amada y querida sin importar nada:
«Me siento muy, muy afortunada de haber tenido una educación conservadora y aún ser completamente amada y aceptada», reveló McCleney.
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Aparte de lidiar con su propia identidad, la deportista también tuvo que repensar sobre su religión, pues ella no creía que su dios podría aceptarla siendo lesbiana:
“La fe es una gran parte de mi vida; siempre lo ha sido, siempre lo será (…) Me alejé de la iglesia porque no pensé que podría ser gay y ser religiosa. Ahora estoy en un punto de mi vida en el que me he aceptado a mí misma porque Dios me aceptará», concluyó.
Las novias se comprometieron en 2019 en las playas de Florida y tenían planeado casarse en Febrero del 2020 antes de participar en los Juegos Olímpicos de Verano en Tokio. Sin embargo, no tienen prisa alguna y decidieron comprar su departamento enfrente a la playa, donde se juraron amor eterno.

Fuente: out.com
Hay avances y cada vez son más quienes se atreven a salir del clóset pero todo va demasiado despacio. Las personas que no respondemos a lo que el heteropatriarcado esperaría de nosotras tenemos que estar más organizadas, al menos tanto como la gente conservadora, que se reúne un rato todos los fines de semana en sus templos. En torno a una religión atea/agnóstica, no dogmática, feminista, antirracista, ecologista y aliada de los movimientos LGTBIQ, lo conseguiríamos, y seguramente se formarían muchas comunidades. En infiinito5.home.blog escribo sobre ella.