De acuerdo con un informe de Russian LGBT Network, la organización de defensa queer más grande de dicha región, afirma que «la administración del distrito Nevsky de San Petersburgo instruyó a los maestros de todas las escuelas en recopilar información sobre los estudiantes en las redes sociales», esto para buscar «propaganda LGBT» y reportarla.
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La asociación afirma tener capturas de pantalla de los mensajes que los profesores recibieron pidiendo monitorear los perfiles de los estudiantes de entre 10 y 17 años de edad, así como la creación de expedientes si llegasen a encontrar «símbolos LGBT», incluyendo direcciones y descripciones físicas de quienes cometan dichas «faltas».
Svetlana Zakharova, miembro del Consejo de Russian LGBT Network, explicó que el simple hecho de que un alumnx muestre una bandera del arcoiris en redes sociales, es suficiente para que los maestros puedan denunciarle como «una ofensa o un acto antisocial» ante las autoridades.
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En el comunicado, Zakharova afirma:
«Por obvias razones este tipo de vigilancia es ilegal, ya que las organizaciones educativas no tienen la autoridad para recopilar materiales sobre casos de infracciones administrativas».
Esta vigilancia se ha ido acrecentando y cada vez es más constante el acoso a la Comunidad LGBT por parte de las escuelas. El año pasado un estudiante de la Universidad Estatal de Economía de los Urales en Ekaterimburgo pidió ayuda a la organización, pues explicó que intentaron expulsarlo sólo por tener una funda de teléfono color rosa, una acusación que la institución negó.
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El acoso hacia las identidades diversas es validado por el mismo gobierno, por ejemplo los legisladores rusos tratan de hacer imposible que las personas trans actualicen su identidad de género en sus actas de nacimiento, gracias a la prohibición que ya tiene la modificación en las licencias de manejo:
«Las personas trans en Rusia ya ocupaban una posición precaria con respecto a la ley (…) esta regresión en materia legal sólo sirve como propaganda política barata», dijo el investigador de Human Rights Watch Kyle Knight al sitio web Moscow Times.
Fuente: them.us
Es horrible la actitud de les profesores/as en Rusia. Frente a estas muestras de LGBTfobia, debemos construir movimientos más fuertes, donde la gente se relacione de una manera más estrecha y para ello tenemos que dejar atrás esa época de individualismo exacerbado de la que venimos. Son muy positivas también las alianzas con los feminismos. Las personas que no respondemos a lo que el heteropatriarcado esperaría de nosotras tenemos que estar más organizadas, al menos tanto como la gente conservadora, que se reúne un rato todos los fines de semana en sus templos. En torno a una nueva religión atea/agnóstica, no dogmática, feminista, antirracista, ecologista y aliada de los movimientos LGTBIQ, lo conseguiríamos, y seguramente se formarían muchas comunidades. En infinito5.home.blog escribo sobre ella.