Puerto Rico: «si es mala la terapia para hacerte heterosexual, también para ser gay»

En Puerto Rico el Senado discute la prohibición de las terapias de conversión en todo el territorio, sin embargo grupos conservadores pugnan por «arreglos» a la propuesta.

Los opositores han retomado el termino terapias afirmativas o de transición para comparar este acompañamiento psicológico con las terapias de conversión, al abogar que:

«pudiesen incidir en tratamiento, tales como inyección de hormonas o bloqueadores hormonales al cual nuestros menores pudiesen estar expuestos»

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Este argumento se volvió una propuesta formal por parte de la senadoras Gretchen Hau, Elizabeth Rosa Vélez y Migdalia González, que se envió a la Comisión de Iniciativas Comunitarias, Salud Mental y Adicción.

La propuesta enviada por las senadoras tiene como objetivo:

«salvaguardar la integridad física, mental y emocional de nuestros menores contra cualquier tipo de terapia que pretenda alterar o desalentar su identidad de género o sexual».

De acuerdo con el texto enviado se equiparan como crimen las terapias de conversión y el acompañamiento psicológico a las personas lgbt+, por lo que cerraría la puerta a que estos puedan recibir atención psicológica en función de su identidad lgbt+.

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A diferencia de las terapias de conversión. La terapias afirmativas es aquel acompañamiento psicológico que ayuda a liberar a las personas lgbt+ de las presiones sociales entorno a su identidad, así como de las consecuencias emocionales y mentales que trae consigo la lgbtfobia, como ansiedad, aislamiento, depresión hasta el suicido.

Este enfoque surgió una vez que las instituciones psicológicas dejaron se considerar como una enfermedad mental la homosexualidad, y comenzó a emitirse guías para los terapeutas sobre la atención a personas lgbt+.

Sin embargo, este término ha sido interpretado por las personas conservadoras como procesos médicos que vuelven gays o trans a las personas, teniendo como victimas a la niñez y adolescencia, causando así maltrato infantil.

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