«Les daba morbo, no era común ver a un gay jugar futbol en México” Edgar Hernández

Desde los 14 años, Edgar Hernández conoció la homofobia en el deporte y en su propia familia, durante muchos años fue blanco de burlas y ataques, mismos que lo motivaron a buscar un ambiente y un país distinto en donde vivir.

El futbolista, en entrevista exclusiva para el sitio web mexico.as.com, cuenta que pasó su infancia en el municipio de Cuautitlán, Estado de México, y nunca quiso jugar fútbol, deporte que llegó a amar y ahora practica por gusto:

«En casa, no estaban de acuerdo con que fuera gay, yo no quería jugar futbol, mis papás me obligaron a jugar. Cuando la gente me atacaba, ellos no decían nada, de hecho, ellos mismos, en la familia, hacían bromas homofóbicas y sí me afectaron estas bromas”, puntualizó.

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Desde pequeño asumió su orientación sexual con orgullo y no le importaba que los demás dijeran, él mostraba su identidad en los campos llaneros en donde jugaba, «me gustaba jotear, y me veían muy raro»:

“Era un problema porque mucha gente me iba a ver por morbo y me criticaban, afortunadamente, siempre jugué en buen nivel entonces los mismos rivales me atacaban, me golpeaban más, jugaban sucio, me gritaban cosas como ‘puto, maricón,’ pero a mí me gustaba eso, porque me picaban el orgullo y jugaba mucho mejor, así me desquitaba, explicó.

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Hoy, 15 años después, Edgar radica en San Francisco, California, en donde fundó el equipo LGBT Los Lobos USA, mismo que está compuesto por 20 jugadores de Latinoamérica y uno que otro estadounidense, en donde reina la aceptación y el orgullo por los colores de la diversidad.

Hernández combina sus dos grandes pasiones, el fútbol y el drag, bajo el nombre Cassie Brown. Poco a poco empieza a tomar la escena de San Francisco para demostrar que su talento no sólo se encuentra en la cancha.

Tras superar las burlas y las humillaciones que experimentó en su infancia, Edgar pudo aprender que no necesita de la aprobación de alguien más que la de él mismo:

«No es necesario salir del clóset, es un término que no me gusta, con el simple hecho de que sepas quién eres, de que estés pleno, no necesitas más. No necesitan la aprobación, lo que necesitamos es creer en nosotros y aprender a vivir con eso, así seremos felices”, finalizó.

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Fuente: mexico.as.com

Un comentario

  1. Pues es una muy buena forma de ver las cosas, para mi fortuna no crecí en un habiente homofobico directo,isa que escuchar estas historias me hacen darme cuenta de lo afortunado que soy.

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