Mujer recibió terapia de choque durante 12 años por ser lesbiana

Joan Bellingham es una mujer de 67 años quien después de vivir 12 años en un hospital y ser víctima de diversas «terapias de conversión», decidió contar su historia y alzar la voz en contra de estas torturas.

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Foto: odt.co.nz

Joan es una de los muchos sobrevivientes que se están acercando a la prensa a contar sus historias de vida como parte de una investigación nacional en Nueva Zelanda, en donde abundaban los hospitales y centros psiquiátricos que ofrecían estas «terapias» en los años 1950 y hasta los 2000.

«He sido lesbiana desde que tengo uso de razón, nunca pensé en esconderlo (…) fue hasta que un profesor me dijo que la homosexualidad estaba mal, que yo no era normal, que sólo estaba deprimida», comentó para el Ontago Daily Times.

En 1970 ella era enfermera en el Hospital Burwood en la ciudad de Christchurch ahí sus compañeras difundieron rumores sobre su orientación, fue acusada de robar medicamentos y la internaron durante 12 años en un hospital mental, en donde fue diagnosticada con un «trastorno neurótico de la personalidad».

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Foto: cultura colectiva

Por desgracia la única red de apoyo que tuvo Bellingham la dejó sola, ya que sus padres veían a los médicos como autoridades, «como dioses» y durante esos años le dieron una variedad de medicamentos y fue sometida a terapia electroconvulsiva más de 200 veces, ella calcula:

«Se sentían como miles de hojas de afeitar atravesando mi cuerpo, el dolor iba desde la nuca, cuello y bajaba por toda mi espalda, me dejaban muchas veces inconsciente (…) No había un patrón regular. A veces pasaba dos veces al día «

Después de las «terapias» siempre le hacían preguntas sobre su orientación sexual, en 1982 escapó del hospital, dejó los medicamentos y su vida empezó a mejorar, nunca volvió a ejercer su profesión por los dolores crónicos que aun sufre.

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Foto: memoriasdenomada.com

Bellingham se ha convertido en una activista en contra de las ECOSIG (Esfuerzos para Corregir la Orientación Sexual y la Identidad de Género) y ha logrado ser compensada monetaria y legalmente por el gobierno neozelandes, sin embargo el fruto de su lucha es la esperanza:

«Mi esperanza es que nadie tenga que pasar por lo que yo pasé», concluyó.

¡Nuestro reconocimiento a todxs lxs activistas mexicanos que siguen luchando por la prohibición de las ECOSIG en toda la república! #NadaQueCurar

Fuente: lgbtqnation.com