Un grupo de artistas y activistas trans instalaron un busto en honor a Marsha P. Johnson, en conmemoración de su 79° aniversario, en el Christopher Park ubicado en Nueva York.
Es el primer monumento dedicado a una persona trans colocado en un parque público en Estados Unidos.
Te puede interesar: Parque llevará nombre de heroína Lgbt+

Creado por el escultor Jesse Pallotta, el busto presenta a Johnson sonriente, con su tiara y collar de perlas, en su pedestal se puede leer una placa con la frase más famosa de Marsha:
«La historia no es algo que mires hacia atrás y digas que fue inevitable, sucede porque la gente toma decisiones que a veces son muy impulsivas y del momento, pero esos momentos son realidades acumulativas».
Posteriormente es descrita como una «amante de la poesía, las flores y el color púrpura».
Te puede interesar: Cdmx: feministas nombran calles con activistas trans, lesbianas y racializadas

Cabe destacar que este monumento es «ilegal» pues por cuestiones de burocracia no ha recibido el permiso necesario de las autoridades, así lo explicó Eli Erlick:
«El sistema de permisos es un proceso largo y subjetivo. Los comités han utilizado históricamente los permisos para negar estatuas de personas de color, mujeres y personas queer, dejando a la comunidad trans sin ninguna representación».
“No podemos quedarnos ociosos y esperar a que la ciudad nos construya estatuas. Debemos crear representación por y para nuestras propias comunidades ”, agregó.
Te puede interesar: 51 años después la policía vuelve a atacar a la Comunidad LGBT+ en Nueva York

La nula representación racial hacia la Comunidad LGBT en Nueva York no es nuevo
Christopher Park es conocido por ser un lugar de encuentro y de resistencia pues durante los disturbios de Stonewall sirvió de refugio para quienes huían de las redadas policiales.
Para «conmemorar» a las disidencias sexuales el comité Gay Liberation en 1992 colocó 4 estatuas pintadas de blanco (2 hombres y 2 mujeres), borrando así las identidades afroamericanas y latinas que resistieron no sólo en Stonewall, sino en el movimiento LGBT+ actual.

En 2015 activistas anónimos «vistieron» las estatuas blancas para protestar con el borrado racial y demostrar que las minorías raciales lideraron el movimiento LGBT+ en Norteamérica.
Fuente: timeout.com