Alain denunció en redes sociales que ha sido víctima de transfobia por parte de autoridades educativas, administrativas y alumnos de la Universidad Pontificia de México.
Alain señaló que desde su ingreso a la Facultad de Derecho de dicha institución fue víctima de bullying por parte de tres compañeros que llegaron a llamarle «Transformer», y hacer de conocimiento público su identidad trans sin su consentimiento.
Ante estos actos, Alain denunció a sus acosadores ante las instancias académicas; sin embargo las autoridades minimizaron el caso, principalmente el director Joel Salinas Olivares y el decano Jesús Maria Aguiñara.
Te puede interesar: Salma Luévano en contra de discursos de odio de grupos religiosos; panistas se ofenden

Te puede interesar: «Religión no justifica discriminación y violencia a personas lgbt+»: Corte Intermericana DH
Alain expuso ante estas autoridades su identidad como hombre trans. La víctima narra que el decano le solicitó exponer la situación por escrito como antecedente «ante cualquier cosa que derive su caso», y le señaló que debió pensar en las agresiones que sufriría siendo un hombre trans antes de tomar la decisión de transicionar.
El principal miedo de Alain es que las agresiones verbales se conviertan en agresiones físicas dentro de la escuela, y sufrir algún tipo de ataque en los baños del lugar.
«Eso lo debiste de haber pensado tu al realizar el cambio de género, tenías que estar consciente de esto, ahora tú estás haciendo muchas ideas la universidad es muy grande y hay varios sanitarios, además casi no los va a saber porque uno de ellos solo viene los viernes y a mí no me gusta la palabra expulsión es mejor suspensión académica, y eso procede para casos más graves.
detalló como respuesta recibida Alain.
Tiempo después, el alumno recibió como solución de parte del decano: asignarle un baño aparte.
Te puede interesar: Rector homofóbico recibe banderas LGBT+ en graduación
Para el inicio del siglo escolar de agosto 2022, el bullying continuó por parte de sus compañeros hasta que ocurrió una agresión física en los baños de la institución. Ante estos hecho el director respondió que «hablaría con sus compañeros al respecto», explicó Alaín.
Como medida, Alain envío un escrito redactando los hechos al rector de la institución; nada ocurrió. Como último recurso procedió denunciar formalmente ser víctima de discriminación contra sus compañeros y autoridades omisas de la universidad. Por su parte el departamento jurídico no brindó el apoyo adecuado al alumno.

¿Qué respuesta ha dado la Universidad Pontificia de México?
La Universidad Pontificia de México emitió un comunicado al respecto y un comentario en el perfil de Alain


En una actualización del caso Alain comentó que se ha dado seguimiento a la denuncia contra la escuela por parte de COPRED, pero no por parte de la Universidad como lo apuntó en su comunicado.
La Universidad señaló que contaba con un Protocolo contra Acoso y Discriminación, mismo al que le daría difusión, sin embargo dicho documento no se ha aplicado o dado a conocer, explicó Alain.
Como medida de protección y posterior a la denuncia en redes sociales el director ofreció asignarle una sombra al alumno, a lo cual Alain aceptó ya que contaba con amenazas en su contra por parte de su agresor principal.
«Yo no me siento seguro porque mis agresores pueden ir libre a la universidad, y yo me tengo que aislar, tengo miedo de que me vayan a hacer algo»
Mediante una minuta la escuela se comprometió a los anteriores puntos, pero no han cumplido con ella y se niegan a dar información de seguimiento, indicó Alain. Incluso la universidad le pidió mantener un perfil bajo en redes sociales respecto al caso.
Alain solo exige que se apliquen el reglamento en materia el acoso escolar, aunque la escuela se ha negado a aplicar o resolver dicha situación.
«Espero que la Universidad se pronuncie y estos alumnos reciban una sanción para que vean que lo que están haciendo no está bien y puede a llegar a afectar a las personas»
«Quiero dejar un precedente en esta universidad y que halla un protocolo para nosotros como comunidad, y cualquier otra persona lgbt+ que llegue a pasar por la institución pueda tener un protocolo».