La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), en conjunto con órganos de tratados, personas expertas de las Naciones Unidas y el Consejo de Europa emitieron una declaración conjunta para que se garanticen los derechos de las personas lgbt+ y no se use la religión como justificante de persecución contra los mismes.
«Las autoridades religiosas tienen la responsabilidad de garantizar que la religión y la
tradición no se utilicen para promover la discriminación de las personas por su orientación sexual e identidad de género.»
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La CIDH señaló que el uso de los discursos religiosa basado en el castigo contra el pecado se sigue utilizando como justificación valida para perseguir, violentar y llamar criminales a las personas lgbt+ en el mundo.
«En la actualidad, 69 países siguen penalizando las relaciones entre personas del mismo sexo, así como diversas formas de expresión de género; algunos, incluso, contemplan la pena de muerte como consecuencia de las relaciones afectivas entre personas del mismo sexo.»
Se señaló que los líderes religiosos han jugado un papel muy activo y significante en esta violencia contra las personas de la diversidad sexual.
«Las instituciones religiosas tienen derecho a la autonomía en la administración de sus asuntos y pueden tener opiniones diversas sobre cuestiones relacionadas con la orientación sexual y la identidad de género, pero en ningún caso sus autoridades deben incitar a la violencia o al odio.»
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La CIDH explicó que la libertad religiosa y la seguridad de las personas lgbt+ son derechos que los países deben procurar, pero la libertad religiosa no puede significar un camino impune para la violencia y persecución.
Asimismo hizo un llamado a vigilar los mensajes de odio, esos mensajes prefabricados aparir de supuestas nociones científicas o religiosas que buscan perpetuar y agravar la exclusión social.
«hoy instamos a todas las personas de fe y creencias y a las personas que ocupan liderazgos religiosos a optar y adoptar un discurso público que sea respetuoso y compasivo. Asimismo, les instamos a abstenerse de reproducir narrativas que perpetúan el estigma, justifican la discriminación y promueven la violencia.»
