Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) en colaboración con la Secretaría de Salud de la Ciudad de México (Sedesa) instalaron el primer Centro Institucional de Farmacovigilancia especializado en la salud de la comunidad LGBT+.
Dicho Centro tendrá como objetivo fortalecer la vigilancia de medicamentos para pacientes que reciben terapias hormonales, de reafirmación de género y tratamientos contra enfermedades de transmisión sexual.
El Centro de Famacovigilancia lgbt+ operará a través de la Clínica Especializada Condesa, la Clínica Especializada Condesa de Iztapalapa, y la Unidad de Salud Integral para Personas Trans (USIPT).
Los trabajos que se realicen permitirán gestionar los riesgos encontrados en los pacientes atendidos en las clínicas especializadas y realizar investigación para mejorar la seguridad de los medicamentos.
La coordinadora Comunitaria de la USIPT, Oyuki Martínez , indicó que el Centro Institucional de Farmacovigilancia llevará a cabo acciones de monitoreo con compromiso y empatía entre les usuaries.
“Este centro representa un impulso fundamental para conocer las reacciones adversas de los tratamientos. Además, genera investigación amigable, segura y libre de estigmas para facilitar el avance científico en el estudio de males que afectan a nuestras poblaciones.
Si bien es importante la fabricación y distribución de los medicamentos, también lo son los métodos diagnósticos, las características de los pacientes, su historial clínico, sus condiciones culturales, económicas y sociales, incluso su accesibilidad a otros medicamentos”.
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El comisionado federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios, Alejandro Svarch, señaló que durante muchos años, la farmacovigilancia fue un proceso limitado a la información de reacciones adversas, provista por la industria farmacéutica y hacia la falta de acercamiento con las, los y les pacientes.
Por su parte la secretaria de Salud de la Ciudad de México, Oliva López Arellano, indicó que el trabajo de farmacovigilancia en poblaciones lgbt se ha desarrollado desde dos años atrás.
«Se estableció una relación permanente con la población usuaria de las farmacias de los tres centros para entregar información sobre el uso de fármacos, detectar reacciones adversas, así como evaluar riesgos y necesidades específicas de cada persona, posicionando a la farmacia como lo que es, un servicio vital para la salud».
El Centro Institucional de Farmacovigilancia especializado en la salud de la comunidad LGBT+ es el primero en su tipo en toda América Latina.
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